
Una vez más cumplimos en publicar uno de los correos que nos remiten algunos de ustedes contándonos como viven el día a día de la despenalización de las drogas que nos han impuesto a la fuerza en la Argentina.
De entre todos los testimonios recogidos, el de Mirta del barrio de Flores nos pareció el más conmovedor.
Saludos para todos y sigan escribiendo.
Fer.
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Mirta A.......
Fernando:
Aprovecho para saludarte a vos y a todos los miembros de este formidable grupo que es una bocanada de aire puro entr tanta malicia que se respira el día de hoy en Buenos Aires. Yo soy del barrio de Flores. Un lugar en el que vivo hace más de 60 años. Fernando hace añor era un orgullo decir que había nacido y me había criado en Flores. Era el lugar más seguro de Buens Aires. Jugábamos en la calle José Bonifacio con mis amigas de entonces que hoy son todas abuelas como yo. Ibamos a la escuela ahí cerquita. Había tiempo para todo y para todos. Nunca, no exagero, nunca hubo un robo en el barrio. Los problemas únicamente estaban en la Avenida Rivadavia ó en la Plaza Flores, pero para adentro nada. Nos enterábamos en la misa de la Iglesia San José de Flores que había pasado tal o cual cosa pero nada más. Era vida de barrio. Hace unos años llegó un grupo de muchachos que empezaron a instalarse cerca de las vías en los pasos a nivel. Pedían plata, eran chicos chicos. Algunos limpiaban vidrios en los semáforos. Como todo pasa creíamos que se iban a ir. No. Siguen ahí y trajeron más gente. Hoy hay trabestis. Y ladrones. Nos roban a toda hora Fernando. Llevo 2 billetes de dos Pesos para comprar el pan. Porque si me piden le doy uno y el otro lo tengo guardado en otro bolsillo. Si salgo temprano, tipo 08 para evitarlos, están durmiendo en la vereda. Cerca de casa hay 2 casas usurpadas que se han convertido en aguantederos de venta de drogas. Nos piden o roban, compran, consumen y se tiran a dormir. Todo eso para que al rato vuelva a pasar lo mismo. A la noche gritos hasta bien entrada la madrugada. Algunos coches con las alarmas a todo lo que da. Vidrios rotos y piedras que vuelan a toda hora. No aguantamos más. No nos vamos porque somos de Flores y moriremos en Flores pero ya no se puede más. Gracias Fernando por todo lo que hacen Disculpame si me puse mal pero ustedes son como esa gente de antes, con la que una puede hablar y sentirse en familia contándole las cosas tristes que le pasan. Gracias otra vez y sigan con su cruzada contra la droga libre. Tratemos entre todos que no nos sigan robando la esperanza. Cuidate mucho. Mirta.,