
YO DIGO NO A LA DROGA LIBRE EN ARGENTINA.
El día de ayer llegó al blog de Defendamos Buenos Aires la nota de un diario de Bolivia que cubría en la parte de espectáculos el recital de Charly García.
Cuál era la novedad? Que mencionaba a los trapitos. Y no solo eso, planteaba características del comportamiento de los peligrosos trapitos-rompecoches, que la mayoría de los medios argentinos, vaya a saber por qué no se anima a describir, tales como:
I) El trapito extorsionaba, amenazando sacar un arma de fuego, exigiendo 20 Pesos por estacionar.
II) Estaba aparentemente drogado.
III) NO había ningún tipo de protección policial en varias cuadras a la redonda, con lo que no solo había trapitos sino que se produjeron numerosos delitos.
IV) La Guardia Urbana de Macri, brillaba por su ausencia.
V) CUANDO LA PERIODISTA QUE ESCRIBE LA NOTA SE NEGÓ A PAGARLE AL TRAPITO, ÉSTE AMENAZÓ CON SACAR UN ARMA Y DESTROZAR EL COCHE.
Me pregunto y les pregunto: Por qué hay que leer semejante verdad cruel y descarnada en un medio boliviano? Por qué algunos medios argentinos, al igual que políticos falsamente progresistas, el elenco estable de chupamedias K, personajes variados del variopinto establischment macrista y otros se ufanan diciendo que solo se trata de:
-buenos chicos
-trabajadores
-sin ocupación a la fecha
-que prestan un loable y eficaz servicio
Es obvio que se trata de una asociación de delincuentes, entrenados para amenazar, coaccionar, extorsionar y dañar; una especie de maffia criolla de Chicago que obliga a pagar una protección del coche del vecino y eventualmente una protección del propio vecino. Por eso les invitamos a sumarse al clamor de BASTA A LOS TRAPITOS, dejando una firma en defendamosbuenosaires@gmail.com ó sumándose al grupo Facebook: 4.000 firmas contra los trapitos.
De modo que al sumar las 4.000 adhesiones de vecinos que nos exige la Ley 40 de Participación Ciudadana, podamos interponer nuestro Proyecto de Ley que modifica el Código Contravencional con relación a los peligrosos trapitos y de ese modo cambiemos entre todos esta penosa realidad. (1)
No podemos seguir premiando con nuestro dinero, con nuestro temor y con nuestra indiferencia a la maffia de los trapitos. El gobierno nacional ha demostrado con la quita de la Policía Federal de numerosos sitios de la Ciudad, que busca el caos liso y llano en Buenos Aires. El Gobierno de Mauricio Macri cuando no está espiando a los vecinos, los está multando. Los 60 legisladores porteños son rendidores de homenajes y profesionales bebedores de café y la Defensoría del Pueblo podría bien cerrar sus puertas definitivamente y nadie lo notaría, porque allí la actividad también brilla por su ausencia. Estamos solos frente a éste y otros graves problemas. Por eso los invito a que nos unamos en este reclamo y de ese modo comencemos a defendernos, poniendo un freno a estas maffias de trapitos.
Dr. Javier Miglino. Titular de Defendamos Buenos Aires.
(1) El Proyecto de Ley de Participación Ciudadana que requiere 4.000 firmas de vecinos, según la Ley 40 propone modificar el actual artículo 79 del Código Contravencional imponiendo: I) 30 días de prisión al trapito que exija dinero por estacionar y/o cuidar vehículos en la vía pública. II) Obliga la Policía Federal a detener al trapito que observe in fraganti ó por una simple denuncia de un vecino. III) Obliga a los Fiscales contravencionales a recorrer las calles de Buenos Aires, junto a la Policía. De ese modo cualquier vecino (ó cualquier policía en su caso); que vea a un trapito exigiendo dinero por estacionar podrá pedir el auxilio de la fuerza pública (ó podrá actuar de oficio), bajo apercibimiento de ley, deteniendo al trapito y colocándolo a disposición de la Fiscalía. Con lo que se acortarán los tiempos de proceso, habrá elementos para el juicio y de a poco iremos colocando a la maffia de los trapitos tras las rejas. Recuperando de ese modo, aunque sea solo en parte, la tranquilidad que gozábamos en la Ciudad hasta hace un tiempo.
A continuación la nota del Diario Los Tiempos de Cochabamba Bolivia.
Ed. Impresa Rock Junto a su cumpleaños, el músico argentino celebró su regreso a los escenarios. El concierto fue uno de los más grandes en la trayectoria del mítico Charly García. Charly García, el regreso del más grande Por Oblitas Mónica -
Los Tiempos - 1/11/2009
Regordete y bien peinado, impecable en su traje oscuro, el pasado 23 de octubre Charly García desafió todo pronóstico y ofreció un megaconcierto bajo una lluvia torrencial en Buenos Aires, justo el día de su cumpleaños número 58. Festejó con su banda y alrededor de 40.000 fanáticos, quienes bailaron y cantaron bajo la lluvia, llenando el estadio de Vélez Sarsfield y disfrutando el regreso del más esperado dentro del escenario argentino. Después de tres recientes internaciones médicas, una larga estadía en la hacienda de su amigo Palito Ortega y rodeado por una pared de familiares, amigos y representantes, el músico se recupera de muchos años vividos alrededor del sexo, las drogas y el rock n’roll, los que le pasaron una fuerte factura. Ahora para muchos no es el Charly de antes, dicen que está dopado y se ha vuelto bueno, ya no rompe guitarras ni le pega a los fotógrafos, pero nadie niega que sigue siendo un genio. Y nuevamente lo demostró. Pese a que los informativos anunciaban una gran tormenta y hablaban de una enorme nube que llegaba desde La Paz, los arreglos en el escenario continuaron. “El concierto no se cancela”, dijeron desde Vélez Sarsfield, y los fanáticos enfilaron al lugar dispuestos a quizá tener que usar paraguas, aunque no imaginaron la que se venía. Parece que la lluvia quiso ponerle un marco especial al concierto y desde el momento en que Charly empezó hasta el último bis no cesó de llover. Pero aun así, los asistentes aguantaron estoicamente el diluvio, que incluso afectó por momentos los equipos de los músicos e hizo que García tuviera que cambiarse de ropa, pero todo resfrío valió la pena porque el concierto fue inolvidable. Programado para las 21:00, a las 21:50 Charly ya estaba en escenario haciendo gala de modales y de buen humor, incluso regaló unos pasos de baile y jugueteó con la vocalista Hilda Lizarazu. Encima del terno impecable se puso un poncho de lana blanco, como un mudo homenaje a su entrañable amiga Mercedes Sosa. Charly no dejó de sonreír durante todo su concierto, mostrando que atrás quedaron las nubes oscuras.
Trapitos.
Desde temprano una larga fila ocupaba cuadras alrededor del estadio y gente de todas las edades esperaba para entrar al recital que estuvo lleno de sorpresas. La primera fue la ausencia de la policía. Momentos antes habíamos sido extorsionados por uno de los denominados “trapitos” que exigía 20 pesos (Bs 50.- ) por dejar que estacionemos. Cuando nos negamos, el hombre nos amenazó con sacar una pistola y además destrozar el auto. Agresivo, el “trapito” parecía haber consumido alguna droga. Finalmente, cuando encontramos a dos oficiales, aconsejaron llevar el auto a otro lado, lo que Fernanda Nicolini —amiga y colega y quien consiguió las entradas en Piano Bar VIP— no hizo. Los “trapitos” son los jóvenes que supuestamente cuidan los autos, pero que en realidad extorsionan a la gente para no dañar los vehículos. No hace mucho, un grupo de “trapitos” le dio una paliza brutal a un muchacho que se negó a pagar los 20 pesos que le exigían. A partir de este caso, el gobernador de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, dispuso la vigilancia municipal de guardias para evitar la presencia de “trapitos” en los eventos como éste. Sin embargo, tal medida la noche del 23 no tuvo efecto. No había un solo guardia en más de cuatro cuadras a la redonda y hubo muchos delitos. Luego del encuentro desagradable con el singular personaje, caminamos varias cuadras hasta llegar a la entrada. Al pasar nos cruzamos con una limusina que ingresa por un acceso lateral, donde viajaban Charly y sus músicos. Llegamos en el momento exacto en que empezaban el concierto y la lluvia. “¡Fuera lluvia! ¡O más fuerte!”, gritó Charly y el cielo le obedeció.
etc.