
En numerosas oportunidades hemos escuchado a los funcionarios nacionales de gobierno mencionar que la República Argentina es solo un país de tránsito de drogas.
Semejante falacia, demostrada acabadamente por los hechos, los obligó a admitir que nuestro país, lamentablemente, era un importante sitio de consumo.
La última frontera, entonces, nacía a partir de la produccción de drogas. En ese punto todos y cada uno de aquellos que reciben sueldo y poder desde la Casa Rosada y sus acólitos de turno, admitían que en Argentina no había producción y no había "cocinas" de drogas. Tal vez el funcionario con mayor rango en admitirlo es el actual Jefe de Gabinete Anibal Fernandez. Pero la realidad como siempre, supera a la ficción. Porque la afirmación blanda y fútil de que Argentina no producía drogas estaba destinada, una vez más lamentablemente, al olvido.
El día de hoy es noticia que fue encontrada en pleno barrio de Ciudad Evita en el oeste del Conurbano bonaerense una cocina de drogas donde no solo se producen drogas en cantidades importantes sino que se prepara a las "mulas" para que lleven los estupefacientes adheridos al cuerpo.
Una vez más la Pyme narcotraficante está conformada por varios ciudadanos de nacionalidad boliviana, que munidos de numerosos menores de edad a su cargo, lograban que las autoridades policiales inclinen la vista hacia otra parte.
Qué dirá a partir de ahora Anibal Fernandez y todo un régimen que está dedicado pura y exclusivamente a admitir con relación a los estupefacientes que:
-si liberamos el consumo de drogas se acaban los narcotraficantes
-en la República Argentina no hay cocinas de drogas.
Llevaban a Londres cocaína fabricada en el conurbano
En Ezeiza cayó un hombre con droga pegada al cuerpo
Por: Virginia Messi
Le habían prometido 10.000 dólares como pago. Por eso, por dinero, como muchos otros, el hombre (54 años, argentino, radicado en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia) aceptó tomar el avión el sábado pasado en Ezeiza rumbo a Londres con algo más de 3 kilos de cocaína pegados a su espalda y sus pantorrillas.No tuvo suerte. Los 16 paquetes en los que estaba distribuida la droga fueron detectados por los controles del aeropuerto porque habían sido embalados en papel metalizado. Un error importante que a los narcos no sólo les costó la detención de la "mula" sino algo mucho más importante: el descubrimiento de que la cocaína había sido "cocinada" en un coqueto chalecito de Ciudad Evita, partido de La Matanza, al oeste del conurbano bonaerense. Allí, además, habían "cargado" al viajero.El lugar fue allanado el martes por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que se encontró con un emprendimiento familiar funcionando a full. Unos siete kilos y medio de cocaína ya habían sido cocinados y, en un balde, esperaban pasar por el proceso de secado y embalado. Para eso los narcos contaban con lámparas halógenas.En el lugar también se secuestraron cerca de cuatro kilos y medio de pasta base, 21 botellas de éter (19 de ellas vacías) -químico necesario para el proceso de "cocina"- y globos, guantes y una máquina de prensado que se usaban para preparar cápsulas. Los investigadores se toparon en la casa con tres mujeres bolivianas y cuatro chiquitos, uno de 8 años, dos de tres y un bebé de un año. Dos de esas mujeres quedaron detenidas y a una tercera se la dejó al cuidado de los nenes con la prohibición de salir del país. Además tres hombres, también de nacionalidad boliviana, quedaron con pedido de captura ordenado por el juez nacional en lo Penal Económico N° 3, Rafael Caputo. "Esta es una nueva confirmación de que en nuestro país se esta cocinando cocaína. A las bandas les cuesta cada vez más llevar los precursores químicos argentinos a los países productores, por eso traen la pasta base y la cocinan aca", le dijo a Clarín Marcelo Saín, jefe de la PSA. "Cada vez más se ven estos micromprendimientos en los cuales los pequeños traficantes cuentan con contactos en el país productor y también en el pais de destino", agregó Saín. El hecho de que la Argentina, junto con Brasil, sean los principales productores de precursores químicos de la región, gatilló la preocupacion de los Estados Unidos más de una vez."Pese a la expansión del paco y al descubrimiento de cocinas, el gobierno argentino sostiene que la producción local de drogas es insignificante", dijo el Departamento de Estado estadounidense en su informe de este año.Para los expertos está claro que los grandes cargamentos (como los 2.000 kilos de cocaína secuestrados la semana pasada en el operativo "Balcan Warriors" a una banda de serbios) no se cocinan en nuestro país.Sin embargo, casos como el descubierto ahora en La Matanza apuntan a una producción local más allá de las necesidades de consumo interno. Esta producción sale del país de a tres o cinco kilos, pero lo hace en forma constante y semanal.Lo que se secuestró el martes era, nunca tan claro, cocaína made in conurbano bonaerense con destino a Europa.La mula detenida, creen los investigadores, había sido reclutada en Bolivia, de donde llegó el martes 13 de octubre. Aquí fue alojado en un hotel de la zona de Once y luego "envainado" en el chalecito familiar de Ciudad Evita.