lunes, 28 de septiembre de 2009

El coraje de Mónica.

Amigas y Amigos de No a la droga libre en Argentina:

Una vez más estamos molestando un poco y dejándoles un testimonio, de los que llegaron.
Leer cada testimonio es vivir una historia distinta. Y aunque no siempre son agradables tienen algo inexplicable que nos ayuda a seguir.
Los dejo con lo que nos cuenta Mónica de Lomas de Zamora. Vale la pena leerlo.
Inviten a sus amigos a sumarse y enviénnos su data. Son más de 4700 así que tengan un poco de paciencia porque no se contesta en el día.
Besos para todos.
FER.

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Mónica L....El 27 de septiembre a las 4:58
Querido Javier y muy queridos amigos de este maravilloso grupo.
Antes de escribir este correo, pensé mucho. Si debía o no debía hacerlo.
Porque una siempre tiene algo para decir, pero no soy la única involucrada. Por eso lo consulté con dos personas más y teniendo su visto bueno, me animo.
Trabajo como profesora del nivel medio en un colegio importante de la zona de Lomas de Zamora. Durante los ocho años que llevo en la enseñanza, he tenido buenos y malos momentos. Pero en general no hay cosas anormales que sucedan dentro del aula.
Por una cuestión económica y de seguridad dejé la enseñanza en dos colegios del estado y preferí volcarme al trabajo regular donde estoy.
El hecho de trabajar en un solo establecimiento evita corridas y permite un mayor nivel de contacto y de conocimiento con los chicos.
No hay una gran diferencia de edad y eso permite que sea yo la profe piola. De ese modo más de un conflicto generado en el aula con un colega, se resuelve luego de una charla conmigo en la sala de profesores.
Pero en el mes de julio se nos planteó una sorpresa con una alumna en particular del 4to. año. O 2do. del ciclo superior según se prefiera.
Esta chica de 16 años que había sido un ejemplo desde primer año, no solo porque fue la mejor amiga elegida por el curso (una buena costumbre que guarda este establecimiento), durante cada año, buena deportista y el mejor promedio; siempre había tenido un carácter afable y lleno de optimismo.
Pero entre abril y julio de este año se desmoronó. Llegó a las 24 inasistencias y está a punto de quedar libre.
No sirvieron las numerosas charlas que tuvimos con sus padres y con ella. Simplemente se encerró. Llegaba a su casa para ponerse a llorar, se encerraba en su habitación y nada más.
NUNCA NOS PASÓ POR LA CABEZA QUE PODRÍA HABER UN PROBLEMA DE DROGAS DANDO VUELTAS.
A partir del momento en que quedó al borde del libre por inasistencias me permití visitarla. Pero jamás encontré una respuesta. Sus padres tampoco.
Como soy parte de este maravilloso grupo, que nació en Facebook, le pregunté si se conectaba y me contó que sí.
El grupo fue la excusa para contarle y preguntarle que le pasaba.
Así nos enteramos de que había amigos de amigos que le presentaron a un chico de la hinchada del club Defensores de Remedios de Escalada que "paraba" en las vías del Ferrocarril Roca.
Ese lugar bautizado como "tierra de nadie" es frecuentado al día de hoy por maleantes y drogadictos.
Así se fueron una a una sus asistencias a clase, simplemente fumando marihuana sobre las vías, junto a desconocidos, que por fortuna la trataron bien.
No sabemos mucho más, pero por ahora conocemos parte de la historia y Mariana se comprometió a retomar las clases con ahínco, no volver a faltar a clases y no frecuentar nunca más el lugar.
Sus padres no están felices, pero están aliviados. No saben si será necesario ó no un tratamiento psicológico, porque les advirtió el profesional que consultaron, que debe ser la chica quién pida la psicoterapia.
Pero lo maravilloso es que Mariana ahora sonríe, ya no llora, ya no se esconde. Habla como siempre. Tal vez haya cosas desagradables dentro de ella pero poco a poco irán viendo la luz y con los padres que tiene, saldrá adelante.
Ya sé que escribí muchas veces "maravilloso" pero estoy un tanto emocionada. No creí que iba a llegar hasta aqui. No creí que los iba a conocer y no creí que estas cosas nos podían pasar tan cerca.
Solo puedo decirles que una tarde de hace pocos días abrí mi correo de Facebook en casa de Mariana. La hice leer el correo de Javier donde narra la historia de ese maravillos amigo que se le fue y que tantos años después todavía extraña y en ese momento las cosas cambiaron, porque al otro día fue Mariana quién me pidió que la acompañe a la casa para hablar con sus padres y contarles parte de lo que había vivido.
Estas cosas pasan y somos grandes, pero por un momento siento que hay un grupo de gente grande y buena que me cuida y nos cuida.
Ese grupo de gente grande y buena, son todos ustedes.
Muchas gracias.
Mónica.